Aire controlado, combustión optimizada
Los cuerpos de mariposa son componentes clave en los motores de gasolina actuales y también desempeñan un papel importante en muchos motores diésel . Garantizan que llegue al motor la cantidad correcta de aire en todas las condiciones de conducción. Diseñados para proporcionar un control preciso de la entrada de aire, los cuerpos de mariposa NTK se prueban para cumplir con los más altos estándares técnicos, garantizando un rendimiento estable, emisiones reducidas y una respuesta suave del motor.
Alrededor de 133 millones de coches equipados en EMEA (fuente: TecDoc)
Cumple las estrictas normas de emisiones para una conducción más ecológica
Cobertura del 52% de los vehículos en circulación
Asistencia técnica completa
Principios de funcionamiento de los cuerpos del acelerador
La función principal del cuerpo del acelerador es ajustar el caudal de aire que entra en el motor, en función de las exigencias de la conducción. Al ralentí, la mariposa permanece casi cerrada, permitiendo sólo una pequeña cantidad de aire para mantener la combustión. Durante la conducción a carga parcial, la mariposa se abre parcialmente para equilibrar la entrega de potencia y la eficiencia. Cuando el conductor exige la máxima potencia, la mariposa se abre completamente, permitiendo la máxima entrada de aire para obtener el máximo rendimiento del motor.
Esta regulación debe realizarse con gran precisión, especialmente en los vehículos modernos. La ECU se basa en la retroalimentación de sensores como el sensor de flujo de masa de aire (MAF) y el sensor de presión absoluta del colector (MAP) para calcular la posición adecuada de la mariposa y ajustar la mezcla de combustible y aire en consecuencia. Esto garantiza una combustión limpia, un régimen estable y un menor consumo de combustible.
Las mariposas también sirven de apoyo a otros sistemas. En los motores de gasolina, contribuyen al control de la sincronización del encendido a través del vacío de admisión. En los motores de gasolina, participan en la función de refuerzo de los frenos manteniendo el vacío necesario para mejorar la frenada, mientras que en los motores diésel, el vacío lo suministra una bomba específica (0,5-0,9 bares). En los motores diésel en concreto, ayudan a gestionar el flujo de EGR y a evitar sacudidas o vibraciones durante el apagado del motor.